Síntomas de que tu hijo puede tener un problema ocular

La infancia es un momento crucial para el desarrollo de una visión saludable. Los síntomas de los problemas oculares de los niños a veces pueden ser obvios y otras veces muy sutiles.  Las revisiones con un oftalmólogo pueden ayudar a detectar problemas y solucionarlos a tiempo mientras el niño crece.

Son 4 los síntomas frecuentes que pueden llamar nuestra atención en un niño: enrojecimiento, sensibilidad a la luz, cambio de visión y dolor. Si su hijo experimenta alguno o varios de estos síntomas, es una buena idea concertar una cita con un oftalmólogo.

A continuación, otros síntomas oculares comunes de los niños que pueden preocuparle, y cómo manejarlos.

Parpadear o frotar

Parpadear y frotar con frecuencia los ojos suele ser por alergias relacionadas con el polen o con los animales.

A veces, un cuerpo extraño puede quedar atrapado debajo del párpado y causar irritación. El parpadeo también puede ser un tic habitual causado por estrés o ansiedad.

Otras veces, parpadear y frotar repetidamente los ojos, puede indicar un error refractivo, como la miopía, o si es muy intenso el frotamiento, un queratocono. Su oftalmólogo deberá revisar la visión de su hijo para diagnosticar esto, y, de ser necesario, prescribirle las gafas oportunas.

En raras ocasiones, el parpadeo excesivo puede ser un signo de una afección neurológica. Si su oftalmólogo sospecha de esto, lo remitirá a un especialista.

Puntos en la parte blanca del ojo

Los puntos en el blanco del ojo pueden ocurrir por diferentes razones. Preste atención al color y tamaño de los puntos.

  • Un punto de color rojo brillante suele ser una hemorragia subconjuntival. Esto es un vaso sanguíneo roto que puede parecer aterrador, pero normalmente es inofensivo y se mejora por sí solo.
  • Un punto de color gris puede ser un indicador de una condición benigna, pero debe ser revisado por un oftalmólogo. A veces, puede ser un signo de deficiencia de hierro o anemia.

Un punto de color café suele ser un nevus o una peca en el ojo, similar a las que podemos tener en la piel. Ocurre con más frecuencia en personas con cabello u ojos oscuros, porque naturalmente producen más melanina. Un nevo por sí solo no indica un problema, pero un oftalmólogo debe controlarlo a lo largo del tiempo para detectar cambios en su color o su tamaño.

Si aparece una mancha después de una lesión en el ojo, visite al oftalmólogo de inmediato.

Ojos dilatados/pupilas grandes

Es muy común que las pupilas de los niños parezcan más grandes (más dilatadas) que las de los adultos. Los niños con ojos de color claro tienden a tener pupilas notablemente más grandes.

Cuando se exponen a una luz brillante natural o artificial, las pupilas deben responder haciéndose más pequeñas. Algunos medicamentos también pueden afectar el tamaño de la pupila. Por ejemplo, los medicamentos que se usan para tratar el TDAH, así como ciertos medicamentos que bloquean el sudor, pueden estimular el agrandamiento de las pupilas.

Si una pupila siempre se ve mas grande que la otra consulte a un oftalmólogo pediátrico para una evaluación.

Ver puntos en la visión

Los puntos o miodesopsias en la visión pueden verse como motas, hilos o telarañas grises o negras. En ojos por lo demás sanos, son causados por la estructura natural del gel vítreo del interior del ojo, que proyecta sombras sobre la retina.

Las miodesopsias son más comunes en los adultos mayores, pero también pueden presentarse en los niños. Las miodesopsias ocasionales suelen ser inofensivas.

Múltiples miodesopsias nuevas o acompañadas de luces intermitente o inflamación de la retina dentro del ojo. Si esto sucede, lleve a su hijo al oftalmólogo de inmediato.

Malestar o picazón

La picazón y/o malestar es, con frecuencia, una condición temporal asociada con las alergias estacionales.

Las alergias oculares también pueden causar lagrimeo y/o sensación de ardor y/o párpados hinchados. Las personas que tienen alergias oculares pueden presentar con frecuencia alergias nasales, picor, congestión nasal y estornudos. La caspa de las mascotas, el polvo, el polen, el humo, los perfumes e incluso los alimentos, pueden provocar una reacción alérgica en los ojos.

Si el malestar se acompaña de enrojecimiento y una secreción viscosa o pegajosa, puede ser un signo de conjuntivitis viral o bacteriana. El oftalmólogo puede ayudar a diagnosticar alergias y todo tipo de conjuntivitis y brindar tratamientos para el alivio.

Costra o secreción en los ojos

La secreción del ojo puede secar los párpados y las pestañas, y producir «ojos con costra». Esas costras pueden ser causadas ​​por blefaritis, o inflamación en las glándulas sebáceas del párpado.

La obstrucción del conducto lagrimal también puede asociarse con secreción. Esto ocurre cuando el sistema de drenaje para las lágrimas del ojo está obstruido, y las lágrimas no pueden drenar normalmente. Esto puede provocar un ojo lloroso, irritado y/o infectado crónicamente.

La conjuntivitis también puede causar ojos pegajosos o con costras. Un oftalmólogo pediátrico debe evaluar los ojos con secreción seca o húmeda, y proporcionar el tratamiento adecuado.

Ojos desalineados

Si un ojo gira hacia adentro, hacia afuera, hacia arriba o hacia abajo, eso es un signo de estrabismo.

El estrabismo puede afectar el desarrollo de la visión, ya que ambos ojos deben apuntar al mismo punto a la vez para ver correctamente. Si no se trata, el estrabismo puede provocar ambliopía, también llamada ojo vago, una afección en la que el ojo desalineado tiene una visión más débil.

Un oftalmólogo pediátrico debe diagnosticar el estrabismo e iniciar el tratamiento lo antes posible.

Inclinar la cabeza o cubrirse un ojo

Varias condiciones diferentes de los ojos y del desarrollo, pueden hacer que un niño incline la cabeza o se cubra un ojo. Es posible que estén ajustando el ángulo de visión para intentar aumentar la claridad. Esto podría ser una indicación de que los ojos están desalineados o que el niño tiene un ojo vago o amblíope.

Si nota que un niño inclina la cabeza o se cubre un ojo, llévelo al oftalmólogo para que lo evalúe.

 

Fuente: Academia Americana de Oftalmología (www.aao.org)